miércoles, 2 de diciembre de 2015

El cambio climático

Salió de casa con su pancarta contra el cambio climático recién pintada, enrollada con cuidado para que no se arrugase y llegase bien curiosa a la hora de la manifestación. Aún quedaba más de una hora para el comienzo. La tarde era fresca y soleada, tarde de placidez otoñal y niños en el parque. Se sentó en un banco a dejar pasar el tiempo mientras llegaba la hora, aunque ya veía a algún que otro grupo caminar con sus distintivos hacia el lugar de concentración. En el banco que estaba a sus espaldas, un abuelo y su nieto conversaban y, sin querer, se encontró prestándoles atención. Algo había preguntado el niño sobre el motivo de la manifestación y el hombre le estaba respondiendo con voz reposada y el tono de quien más bien parece hablarse a sí mismo:
-El cambio climático es una realidad, nadie lo duda porque es fácilmente comprobable. Se dice que la temperatura global ha aumentado un poco en el último siglo y que la tendencia es a seguir subiendo. Pero otra cosa es que nosotros tengamos que ver con eso. Algunos lo dudamos. En los cuatro mil millones de años de existencia que tiene la Tierra ha vivido en un continuo cambio climático. A un período glacial intenso sucedía otro de calentamiento, y ahora estamos en uno de esos períodos tras la última glaciación, la würmiense. Es de suponer que quienes vieron cómo se derretían los hielos delante de su cueva hace diez mil años, cuando terminó, también pudieron pensar en un cambio climático, aunque no tendrían a qué echarle la culpa, pero se adaptaron sin problemas y aquí estamos nosotros. Vivimos en un período interglacial, y por tanto de calentamiento. Decir que somos nosotros los causantes es atribuirnos un poder que seguramente no tenemos. Nos creemos más de lo que somos. ¿Los humos y gases contaminantes? Hay teorías que afirman que nuestro planeta tiene capacidad para regenerarse a sí mismo y que sus propias emisiones forman parte de ese proceso; desde luego, la actividad volcánica a lo largo de tantos millones de años lanzó y lanza más gases a la atmósfera que toda nuestra acción humana. No parece creíble que, aun en el caso de que lográsemos eliminar toda actividad industrial se detuviera el proceso de calentamiento del planeta.
Pero ojo, eso no quiere decir que no procuremos cuidar y respetar la naturaleza con todas nuestras fuerzas. Cada uno en lo que pueda. Es nuestra casa y la de los que vengan después. Lo que quiero decirte es que en este y en todos los demás casos, antes de aceptar cualquier afirmación o de acudir a cualquier llamada por amplia que sea, conviene pensar, valorar, examinar, aunque sea a costa de salirse del círculo. La verdad tiene muchos enemigos. Puede, por ejemplo, estar en brazos de intereses ocultos. Como no lo sabemos, nos queda siempre la acción personal en lo que se refiere a la conservación de nuestro entorno, que esa sí que es auténtica.
Comenzaban a pasar más grupos agitando banderas ajenas por completo al tema y coreando lemas simples de rimas facilonas. Él se quedó un rato mirándolos. Luego recogió la pancarta y se fue camino de su casa.

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