sábado, 19 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Feliz Navidad a ese colegio que prohibió un festival de villancicos, a quienes aquí han decidido no instalar ningún belén público y a todos esos que entienden que las tradiciones que sustentan nuestra vida tienen un valor infinitamente más pequeño que el progresismo de sus ideas. A pesar de todo, feliz Navidad.
Feliz Navidad a quienes convierten cada día en un acto de heroísmo anónimo, a quienes se levantan cada mañana para ir a su trabajo sin apenas otra satisfacción que el de tenerlo, a las madres que llevan a sus hijos al colegio y les quitan con un beso la destemplanza de la madrugada, a quienes han de convertir la rutina diaria en el argumento central de sus vidas. Que en estos días puedan sentir el inmenso valor de esa rutina.
Feliz Navidad a los que vagabundean por nuestras calles con su esperanza a cuestas, prefiriendo antes la miseria aquí que la vida en sus países. Que los nuevos aires que han decidido respirar cambien en su alma todo aquello que haga falta y den a su cuerpo el cumplimiento de sus ilusiones.
Feliz Navidad a quienes soportan cada día las miserias de nuestro espíritu, ayudados por la robusta coraza del amor o la amistad, y a quienes sufren en su débil carne los instintos criminales de quien cambió su amor por odio. Con respeto, ternura y sincero anhelo, feliz Navidad.
Feliz Navidad a los pastizales de Beit Sahud y a quienes apacientan en ellos sus rebaños y ven que en el cielo, en vez de una luz anunciando paz a los hombre de buena voluntad, aparece la de los helicópteros lanzando ráfagas de muerte; a todos los habitantes de Belén, que seguramente nunca cantaron un villancico, y a quienes aún hoy siguen haciendo el papel de Herodes. Incluso a estos.
Feliz Navidad a los campos silenciosos, blanqueados por la escarcha de la mañana como una ilusión recién nacida; al jilguero aterido que espera con infinita paciencia un breve rayo de sol; a la cumbre nevada y al bosque enmudecido; al leño que crepita y a las manos que calienta.
Feliz Navidad a ese señor que me saluda por la calle sin conocerme, a quien me llama para mostrar su desacuerdo con algo que he escrito, al cartero que, sin saberlo, me llena cada mañana de alegrías y disgustos. Y a ti, que has querido leerme.

2 comentarios:

libreoyente dijo...

Querido amigo Luis: Algunas pocas veces uno tiene la fortuna de leer cosas bonitas además le emocionan, le ensanchan el corazón y le alimentan la esperanza en el ser humano. Tu felicitación navideña es una de ellas. Ya tenía la fortuna de conocer tu bonhomía y grandeza de espíritu. Una vez más me alegro de ello y te lo agradezco, y por supuesto también felicidades para tí, que sé que intentas que todos los días sean navidad para todos los seres humanos.

Anónimo dijo...

Le felicito por su manera de escribir realmente magnífica. Espero que inaugure ya el 2010 añadiendo algún texto. Casi todo lo que dice lo comparto, valoro su capacidad de análisis sin sectarismos ideológicos. Espero considere la posibilidad de escribir sobre alguno de estos temas: la educación en España, la guerra de Afganistán, el fracaso escolar, España ¿Estado laico?, la pena de muerte, la democracia, las redes sociales, la sexualidad de la juventud española, la discriminación sexista, etc. Saludos de un fiel lector de su blog.