sábado, 31 de mayo de 2008

¿Por qué hay que saltar un potro?

Debo reconocer que no soy proclive a sentir admiración por ninguna hazaña deportiva ni por sus autores. Que un ser humano sea capaz de saltar un centímetro más que otro es algo que me deja a medio camino entre la más fría de las indiferencias y la perplejidad porque semejante hecho tenga repercusión universal. Que alguien empeñe el esfuerzo de toda su vida en lograr correr cien metros en una décima de segundo menos que otro, sigue siendo para mí ajeno a toda razón objetiva. Uno cree que por tardar un minuto en recorrer cien metros tampoco ha de pasarle gran cosa.
Y cree también que la especie humana no está diseñada para saltar ni para nadar ni para correr, al menos desde que apareció el homo sapiens. Cualquier liebre desentrenada dejaría en ridículo al más admirado de nuestros campeones, y la más torpe de las nutrias sacaría los colores a Mark Spitz. No, el animal humano está hecho para pensar, y, en el plano puramente muscular, para andar, quizá porque es la actividad física más compatible con el ejercicio del pensamiento. Que la educación física sea una disciplina obligatoria en nuestros planes de estudio no es más que otra de las imposiciones absurdas que se registran. Habría que ver por qué hay que obligar a correr a un niño cuyo carácter, a lo mejor, le inclina a tomarse todos los actos de su vida con calma, sin preocuparse de la dureza de sus músculos. Así, nuestros hijos terminan su ciclo formativo sin poder escribir tres líneas sin faltas de ortografía y sin saber distinguir entre Moisés y Buda o, aún peor, sin que nadie les haya hablado de educación cívica y de aquel viejo concepto de urbanidad, pero, eso sí, saben saltar un potro.¿Que el deporte es bueno para la salud? Puede, aunque desde luego debe de ser bastante mejor para las marcas comerciales deportivas que para los meniscos. Si fue necesario crear una nueva rama de la medicina para ocuparse de las lesiones que produce, muy bueno no parece que sea. Ya lo presumía Chesterton, que cuando le preguntaron si había practicado algún deporte para encontrarse tan bien a su edad, respondió: "El único deporte que hice fue ir andando a los entierros de los amigos que habían hecho deporte".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hombre, está genial escrito, pero con el tema me has parecido un poquito radical, aunque no te falta razón. De sobra son conocidos los beneficios del deporte...pero enhorabuena por un articulo más, da gusto leerte.