Feliz Navidad a todos aquellos que sólo con oír su nombre sienten renacer un hermoso aleteo infantil, y a los que la odian, porque el odio no entiende de destinatarios y es tan ciego y tan inconsecuente como el amor. E incluso a los que la simbolizan por esa hortera figura de Papá Noel que creó una firma de bebida.
Feliz Navidad a los que intentan que sea infeliz y a los que
luchan porque no lo consigan; a los que ven como eternamente nuevo el mismo
belén de todos los años y a los que abominan de mitos, quizá porque ellos son
sólo realidad; a los políticos que jamás aprendieron Historia; a los
nacionalistas de la chapela y a los del capuchón; incluso a estos.
Feliz Navidad a esa chica que barre la calle y que me saluda cada mañana con una sonrisa, mientras trata de sacudirse el frío de sus manos; a
los que llevan ese frío en el alma porque el sol de la amanecida se olvidó de
ellos; a los que les gusta cantar y no pueden hacerlo más que con voz
entrecortada y ronca; a los que fueron desposeídos por la inundación y llenan sus ojos de mansa resignación; a quienes les hayan dado un
trozo de pan.
Feliz Navidad a los que ya no creen en los Reyes Magos y a los
que seguiremos creyendo en ellos toda la vida, aunque no sea más que por
instinto de conservación; a los acebos, que ahora están espléndidos de frutos
rojos y sólo quieren lucirlos en el bosque; al que sueña la utopía en una
cabaña junto a la cumbre nevada y a los que lloran de frío y dolor viendo sus
casas destruidas por una inesperada y maldita dana; que alguien haga algo
para poder darles a esos una Navidad feliz.
Feliz Navidad a las vividoras y vividores de su propio vacío,
que andan por la plaza de la fama sin que ni ellos ni nadie consigan saber por
qué, y hacen buena, sin saberlo, la teoría de Bacon: la fama es como un río que
lleva en la superficie los cuerpos ligeros e hinchados y sumerge a los pesados
y sólidos.
Feliz Navidad a ese niño que sólo aspira a cumplir siete meses
para nacer y a esa madre que morirá cuando él nazca; que las campanas del cielo
repiquen por ambos.
Y feliz Navidad a quien haya tenido la buena voluntad de leer
esto.
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